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​Esta performance musical invita al público a dejar volar la imaginación con una puesta en escena muy trabajada y atractiva, que viste de notas, colores y sorpresas los ajetreados entronos urbanos.

 

​Carolina Spencer, en su faceta de cantante, con un dúctil y delicado registro que va de lo lírico a lo popular, es acompañada por Miguel Ángel Bravo al piano, quien entrega una virtuosa ejecución de las piezas, logrando sumergir al público en una atmósfera única que sorprende por la unión de lirismo, visualidad y armonía.

 

El montaje logra una línea vanguardista en cuanto a su presencia visual, lo que en conjunto con el repertorio poético musical seleccionado —Chopin, Kurt Weill, Madre Deus, Seguel, Neruda y algunas creaciones propias e improvisaciones —está pensado para acompañar y embellecer el ambiente de cualquier evento, como inauguraciones, lanzamientos o fiestas, entre otros.